jueves, noviembre 17, 2005

“No lo trabajamos”





Debe haber sido en agosto, antes de venir, cuando me fui a dar una vuelta por la Quinta Normal y pasé por la Gruta de Lourdes. Era uno de los paseos “histórico-patrimoniales” que nos gusta dar con mi novio. Incluso entramos a la iglesia, que estaba en misa, y nos detuvimos un rato a fisgonear sus bonitos vitrales, que habrían sido mucho más bonitos si nos hubiera tocado un día de sol. Pero era pleno invierno.
Y tras la iglesia, la feria. Esa mezcla tan chilena devoción y superchería, donde sahumerios para la impotencia, velas supuestamente conjuradas y la mano del príncipe Faruk se mezclan sin problemas en un mismo escaparate con las caras lívidas de los santos de verdad, esos que los artistas han logrado hacer creer que tienen el cuerpo y las facciones de dios romano o nórdico, aunque en realidad su raza haya sido de frentón oscura y peluda, como el propio Jesús. Pero qué le vamos a hacer, que en tantos siglos de arte europeo ya nos convencieron de que los ángeles son rubios.
De esas cosas nos reíamos cuando se nos ocurrió preguntar por merchandising de Benedicto, que más que mal ya llevaba sus buenos cuatro meses en el trono. Fuimos puesto por puesto, pero nada. Del finado Wojtila, lo que quisiéramos: chapitas, banderines, marcalibros, tazones… y de Ratzinger, nada. La explicación más frecuente, dicha con el asertivo sonsonete del comerciante callejero: “¡Nooooooo, al nuevo no lo trabajamos!”. ¿Será cuestión de tiempo? ¿O hubo un problema de casting? Porque de que el hombre tiene cara de malo…

La foto es de www.parecidosrazonables.com

miércoles, noviembre 16, 2005

y era verdad…

Mientras Bush se pasea por Asia “urgiendo a China por un avance hacia la democracia”, el Pentágono tuvo que reconocer por primera vez lo que ya era un secreto a voces gracias a los bloggers y a un documental de una periodista italiana, transmitido hace poco por la RAI. La invasión a Irak ha incluido el uso de fósforo blanco, un arma química de esas que los mismos norteamericanos dicen haber ido a buscar a los palacios de Saddam.
El fósforo blanco, además de servir para construir gigantescas cortinas de humo, causa quemaduras profundas instantáneas en las personas y daños permanentes en órganos vitales como pulmones, riñón, hígado y corazón. La descripción más fría que da vueltas por las noticias es la de un capitán de ejército que escribió su “experiencia técnica” en la revista del ejército norteamericano Field Artillery, en abril. Cuando decenas de bloggers comenzaron a reproducir las palabras del uniformado, al Pentágono no le quedó otra que admitir lo que había negado sistemáticamente hasta ayer mismo. Pero casi, porque a pesar de las vívidas imágenes y testimonios del documental “Fallujah, la masacre escondida” (que pueden descargar más abajo), donde aparecen todo tipo de civiles -niños y ancianos incluidos- muertos y afectados por los químicos; la oficina sigue argumentando que el fósforo blanco se usa desde la Segunda Guerra Mundial, sólo como creador de humo para disipar a enemigo, y que esto no contraviene las disposiciones sobre uso de armas químicas, a las cuales EE.UU ha suscrito.
La batalla de Fallujah ha sido una de las más violentas en la presente versión de la invasión a Medio Oriente, y tuvo lugar hace un año. El documental fue transmitido la semana pasada por la televisión italiana.

Descarguen en www.rainews24.rai.it/ran24/inchiesta/video/fallujah_ing.wmv

martes, noviembre 15, 2005

¿alguien ha visto algo?




Yo nada. Pamela Jiles y Lily Pérez se hacen las mártires con cara de “me chaquetean porque soy rica”, como si ser una cuarentona bien te(ñ)ida fuera cosa tan difícil. Lagos anticipa sus anuncios más espectaculares, incluyendo metro para Maipú, para darle un empujón a una campaña que al final van a ganar igual, cuando muchos hagan por Bachelet lo mismo que hicieron por él hace 6 años: darle el voto en segunda vuelta y de mala gana. Pero yo andaba buscando otra cosa en los titulares, o al menos en alguna editorial: la postura de Chile en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información, que empezó hoy (y sigue hasta el sábado) en Túnez.
Lo que acá está en juego es nada menos que el gobierno de Internet, nuestro querido mundo virtual en el cual nos sentimos tan libres pero que (¡sorpresa!) está bajo el dominio absoluto del Departamento de Comercio de Estados Unidos.
No olvidemos que Internet nació como un arma, un invento genial de un grupo de investigación militar de ese país, para espionaje e inteligencia. El hecho de que se les haya escapado de las manos no quiere decir que sus objetivos iniciales estén completamente abandonados. Si así fuera, no veo porqué me ofrecen tantos servicios gratis (como este, el correo electrónico o las conversaciones en tiempo real, emulando el teléfono) a cambio sólo de mi información personal. Lo que yo haga en la red no es importante, pero si lo fuera, el experto en cuestión podría seguir cada uno de los pasos de mi mouse. ¿Alguna duda de que eso es lo más parecido a leer el pensamiento?
Brasil e India son dos de los países que van con una postura fuerte para que el gobierno de Internet se ponga a cargo de un organismo supra-estatal, que dé un poco más de confianza que el amigo americano. Y aunque los expertos están de acuerdo en que al menos en esta etapa de la convención no se logrará avanzar mucho al respecto, y Estados Unidos seguirá con el potencial poder para, por ejemplo, bajar de un paraguazo todos los dominios .cl, o .mx. o .ru o los que quiera, lo que más me extraña es que nada de esto aparezca en los medios chilenos. Lo más parecido a una crónica que encontré fue una trascripción de un cable de EFE en la revista Mouse, de mi querido diario La Tercera. Respetable publicación, pero lo cierto es que el tema no es sólo para computines. La naturaleza de Internet (que no es magia no casualidad), quién tiene poder sobre ella, quiénes acceden a su uso y cuán informados de estos asuntos están quienes la usan es un tema político. Político porque implica poder, y el poder como siempre, cuando está tiranizado por una sola fuerza, sólo tiene un derrotero: la explotación. ¿Qué tan bien parados estamos en la carrera por el alfabetismo digital? ¿Qué posición tomamos en un debate liderado por uno de nuestros “socios” regionales? ¿Cómo informamos a la ciudadanía de que hay un debate crucial? ¿O mejor compadecemos a Pamela y Lily, o a Cecilia? ¿Quiénes representan a Chile en esta reunión, donde van 175 países? ¿Alguien ha visto algo?

El sitio de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información: www.itu.int/wsis/index.html
El mono es de Steve Bell, caricaturista de The Guardian. www.guardian.co.uk/cartoons/stevebell/archive/0,14955,1284265,00.html

lunes, noviembre 14, 2005

el hombre de la semana


En Helsinki entendí una carta que había leído en la Revista del Domingo. Era un ex embajador en Finlandia, que se quejaba de una al parecer poco benevolente bitácora de la ciudad perpetrada en el pasquín de viajes por Alberto Fuguet. En realidad, Helsinki no enamora a los que gustan del arquetipo de la ex capital de imperio, pero tampoco pasa por pintoresca. Más encima es carísima. Más que Estocolmo, su bella y empingorotada pariente y vecina. Pero me gustó. Es amable al peatón y su gente anda tranquila. Y me atrevería a escribir en piedra que en unos 50 años será valorada como un museo arquitectónico viviente, aunque esa mezcla de funcionalismo militante y unas moles neoclásicas más puras que la mismísima mente de Andrea Palladio la hagan poco digerible y no apta para la postal. Tampoco ayuda al retrato europeo idílico escuchar y leer en un idioma que aún no se sabe de dónde salió, que los lingüistas sólo logran relacionar muy lejanamente al húngaro, y del cual un nativo hablante de lengua romance nada puede inferir. Ni que el segundo idioma oficial sea el poco menos ilegible sueco, y que el tercer y cuarto idioma de las etiquetas sea, respectivamente, estonio y ruso. Los 5 y medio millones de fineses hablan tres idiomas, y por suerte para muchos el tercero es inglés. Pero prefieren el suyo. Tienen sus propias revistas de música, femeninas, de naturaleza, de cine, etc. Y no hablo de Cosmopolitan, Rolling Stone o Nacional Geographic traducidas. Son sus propias revistas, escritas en su idioma por sus propios periodistas.
Cómo será que este pueblo lee los medios que su principal diario, el Helsngin Sanomat, es uno de los pocos en el mundo cuya portada no son noticias sino comerciales. Tiene una circulación diaria de 300 mil ejemplares sólo por suscripción. El diario se escribe vendido, no hay necesidad de forzar la venta con una portada llamativa. En vez de eso, la venden a alguna gran compañía como la cadena de ropa H&M, que anunciaba el viernes un adelanto en vivo de la última colección de Stella McCartney.
Todo esto lo cuenta orgulloso uno de los peces gordos de la empresa, en el último piso de un apoteósico edificio de cristal que da cuenta de su poder. Nos reciben con café y galletas caras, y nos cuentan que de Africa y Sudamérica escriben muy poco. La excusa es buena: necesitarían un periodista “finoparlante” radicado en cada lugar.
Algo parecido nos contaron en YLE, la televisión pública del país. De Latinoamérica, lo más sabroso políticamente para el editor internacional (y en realidad para cualquiera que quiera observar con un poquitín de objetividad) es Hugo Chávez y lo que podría pasar en Bolivia para las próximas elecciones. Por eso logró que le financien un viaje a Venezuela esta semana. Cuando me preguntó de qué país venía, me miró con interés y dijo “estuve la semana pasada en una conferencia con el canciller chileno que andaba de gira por Europa”.
-¿Y?
-“Francamente fue un desastre, el tipo no dijo nada ni remotamente noticioso”.
Es verdad que Walker es fome, pero también es cierto que todavía no explotaba la bomba tropical del fujimorazo. Esa sí que ha sido noticia, aunque pequeña, en estos lejanos países. Al menos ratifica el estereotipo sudamericano: una garciamarqueciana mezcla de líderes corruptos y chusmas que los prefieren como al diablo conocido. A Walker lo empujaron a patadas al campo de un juego que en su barrio no se conocía y se ha maneado como un señorito intentando jugar golf cuando esto es más bien chueca. Nunca se imaginó que lo más cerca que iba a estar Fujimori de volver a Perú luego de renunciar por fax a su sillón presidencial sería pasando como Pedro por su casa por las aduanas chilenas… cinco años después.
Pero qué tanto. Chile aún necesita cierta representación directa en el poder de la imagen del aristócrata, de apellido sonoro, católico y esposa angelical. Y no está mal. De hecho, si yo pudiera elegir al hombre de la semana, el de esta sería el poco noticioso Walker, inmortalizado con esa sonrisa buena onda del deportista de colegio británico. La misma de Allamand. Lástima que no sé dibujar. Y a propósito de hombre de la semana, también en Finlandia, en un bar en la ciudad de Tampere, me encontré con una pared llena de los “hombres de la semana” que Vanity Fair publicaba a fines del siglo XIX, cuando Spy era su dibujante. Me dio la sensación de hogar, porque yo misma tengo una en mi casita en Santiago. El que yo tengo es igual a Eduardo Aninat, y esta se parece harto a nuestro hoy tan ajetreado Nacho. Ayer y hoy, aquí o allá, los señores políticos parecen cortados como la misma tijera.