martes, diciembre 12, 2006

Cosas realmente sorprendentes


1. La felicidad, o al menos excitación contenida que creí ver en las caras de casi todos los periodistas del diario donde trabajo, el domingo a partir de las 2.15 PM.
2. El primer auto que pasó por fuera de ese mismo diario, tocando la bocina y con una bandera roja flameando, a eso de las 2.30 PM.
3. Los muchos más que vi más tarde.
4. Las grandes cantidades de personas -50 mil dice el diario en el que trabajo- que hicieron cola para ver la cara del finado en el ataúd.
5. Lo cara de palo que puede ser la ministra de Defensa.
6. Lo aún más cara de palo que puede ser alguna gente de la UDI, que llegaron como viejos amigos a robar cámara.
7. El consenso de la prensa mundial para poner la noticia como tema principal, y en primera página.
8. La importancia que se le da en la prensa local al punto anterior, como si ello constituyera una noticia en sí.
9. La importancia que se le da en la TV local a resaltar "lo difícil de la cobertura", por verdaderamente difícil que haya sido.
10. Y por último, aunque esta sería una lista ad infinitum, lo insólito que es saber que Pinochet está de una vez muerto. No quedaba nadie, ni siquiera alguien en el mundo entero, cuya omnipresencia haya pesado por toda una vida a la gente de mi edad. Habiendo yo sido educada en el catolicismo, el anterior era Juan Pablo II. Pero yo me acuerdo de un "antes" de ese señor. En cambio, nunca hemos sabido, hasta ahora, lo que es el mundo sin Pinochet. Los que nos hemos apasionado por el tema, hemos construido cosmovisiones completas en resistencia a lo que él ha representado. Los recuerdos de su época, y las consecuencias para el presente, han moldeado nuestra identidad. Es eso, la desaparición total y material de un símbolo, lo más realmente sorprendente.

(Dibujo de Steve Bell en The Guardian: 11/12/06. Noten la semejanza del animal que monta el finado con la señora Tatcher).

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domingo, diciembre 03, 2006

Pascua lama, en la tele


Me pasé casi un año investigando el tema para mi tesis en Suecia. Vine a Chile dos veces, fui a Vallenar, a Alto del Carmen, entrevisté a decenas de personajes, desde los políticos instalados en el poder, pasando por los dueños del negocio y los lugareños. Paso el aviso: tengo un MAGNíFICO reportaje sobre Pascua Lama, y el punto de vista no es ambientalista; es político. Es desde el poder. Es desde la política internacional, desde los nuevos valores de la globalización, que ya están instalados pero a la gente todavía no se le avisa, porque todavía creemos que estamos en en Chile republicano, ese donde cada pueblo tiene derecho a su autodeterminación.

El tema de Pascua Lama es un prisma de lujo para entender muchas cosas, desde lo más local hasta lo global. Por eso me dio lata ver el episodio de Piel de Jaguar, el programa de TVN, el martes. No puedo creer que con más recursos y estando acá no hayan llegado más lejos. Nada del Tratado Minero con Argentina, nada de los probados vínculos de Barrick Gold con los mejores lobbistas y políticos más poderosos del mundo; con Bush, con Mulroney, etc. Nada con los vínculos con el empresariado y los políticos chilenos.

De todas formas, era un bonito programa de TV. Quedaba la sensación de que el proyecto era polémico, que podría contaminar un valle prístino, que la compañia tenía medio divididos a los habitantes. Pero tibio, y sobre todo superficial. Han de haber averiguado más, y seguro debieron restringirse sólo a algunos aspectos. Y eligieron no polemizar más de la cuenta. Mál que mal, sus jefes son de TVN. Todo eso lo entiendo, y hasta solidarizo.

Vuelvo a pasar el dato: tengo un reportaje inédito, hiper documentado, sobre el tema. Ya sé que este blog no lo lee casi nadie, pero si hay algún colega que ha reporteado este tema y se quiere unir, acá estoy. Con poco tiempo, pero con harto camino recorrido en investigar el asunto. El tema es demasiado bueno, no se puede dejar pasar.

Fotito del mural de la iglesia de Alto del Carmen. Muy a lo Siqueiros, el bien (la pachamama) ultrajado por el mal (la minería química).

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Ya no estoy tan global, pero igual



En buenas y resumidas cuentas: volví de Suecia, tuve tiempo de aterrizar y encontré un trabajo. Es un buen trabajo, pero me deja poco rato libre. Es mi tiempo de actualizar mis conocimientos en literatura y películas de mafiosos, tópicos que tenía algo olvidados en la memoria. Es mi tiempo de aprender a moverme en una empresa grande y-pavor- llena de periodistas. En eso estoy hace unos tres meses, sobreviviendo, silbando y aplaudiendo. Observando y feliz por una nueva y privilegiada oportinidad de aprender.
En fin. Era necesario un honesto y muy políticamente correcto párrafo antes de retomar mi yo anterior, el de siempre. Ese para el cual ahora me quedan sólo un par de horas al día, y que seguiré intentando copiar acá. Furibundamente, como siempre.