Villegas, me caíste mal

Reproduzco acá el furibundo mail que tuve que enviar a Tolerancia Cero tras escuchar a este opinólogo, que en general me divierte. Quizás porque como yo no es más que un barsa dilettante con buen manejo argumentativo. Pero esta vez mostró la tremenda hilacha.

Estimados señores:

Villegas casi siempre me parece sensato en su beligerancia, pero sus comentarios sobre el folclore me han hecho bajar la estima hacia él. Mientras hablaba de "payasadas", "porquerías" y "leseras inventadas", yo pensaba: ignorante. Este tipo se las da de leído y le encanta aplicar teorías, pero parece que las últimas que leyó fueron las del siglo XVIII. Quizás en vez de andarse sacando fotos para notas que luego cobra por dos (en el diario y en la tele), en lugares tan fomes que él mismo confiesa que casi se queda dormido, debiera ir a donde de verdad está la entretención y la esencia humana. Donde las mujeres tejen hace siglos, donde los hombres no saben de racionalismo pero sí de lo que cada árbol y cada pescado significa, donde pueblos enteros dan la oportunidad de visualizar hoy, en el siglo XXI, lo que ha significado mezclar la cultura precolombina con la influencia cristiana, en las grandes fiestas religiosas de pequeños pueblos. Personalmente, me importa bien poco si eso es o no es "chileno", y también creo que seguir con la fe en la validez del concepto de nación es extemporáneo e iluso. Esto no es una república. Esto es Cencosud y Falabella. Y si usted, señor Villegas, quiere olvidarlo, y con ello pasarlo mejor que en Nueva York, vaya a darse una vuelta recomendado por los que saben. Y no por los editores de los medios.

En buena onda, hasta la próxima.